Alguna vez fue que planeamos hacernos todo el daño de una vez, dictando una sentencia desafiante. No existes. No existes. No existes. No existes. La polaroid sobre la silla, un brillante truco de apariencia. Tu presencia es mi pesadilla. No existes. No existes. No existes. No existes. Como un extraño tic nervioso, arrojo palabras, gestos contra la pared. Toda una noche embalsamados, golpee las mismas caras una y otra vez. Temí por mi cerebro aprisionado en una trama vulgar. Quizás deba tomarme una revancha, aun tenemos cuentas que saldar. Deslizare mi puño por tu espalda. No existes. No existes. No existes. No existes. Como un extraño tic nervioso, arrojo palabras, gestos contra la pared. Pulso salvaje, destellos contra la pared.
No existes.
Que lindo che. Hermoso la verdad. Graicas.
ResponderEliminarNo te hagas cargo.
ResponderEliminarSolo es una sacación del momento y la soledad ajaja
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